17 de enero de 2010

Habrá control en venta de pollo en Bolivia por aparición de llaga en patas


Luego de evidenciar la aparición de llagas o escoriaciones verrugosas en las patas de los pollos (que no son nocivas para el humano) de una granja de crianza en La Paz, el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) anunció para 2010 el inicio de un proceso de...


regulación de estos centros, así como del mecanismo de faenado y comercialización de carne de aves de corral.
El jefe del Laboratorio de la Intendencia paceña, César Uscamayta, dijo a La Prensa que “en los Yungas existen varias granjas de pollo de las que nadie controla su trabajo porque no existe una normativa”, y Dina Gutiérrez, experta de esta entidad, confirmó que “la Ordenanza Municipal 792 sólo regula el faenado y la venta de la carne de res y cerdo, pero no de aves de corral, como pollos y pavos”, y ratificó que este control será efectuado por el Senasag.
Veterinarios de esta entidad realizarán operativos de control en los criaderos y mataderos de pollos y determinarán si la carne procesada es o no apta para el consumo humano.
La enfermedad
En abril del año pasado, un ciudadano denunció a la Intendencia que compró un pollo que tenía un pequeño bulto de color oscuro en una de sus patas.
Hasta ese momento, el personal especializado del municipio desconocía qué era lo que tenía el ave, pero una vez que realizó —junto a técnicos del Senasag— un control en una agencia de expendio de productos avícolas de Miraflores, donde había sido adquirido el pollo, descubrió que decenas más tenían las mismas marcas en las patas.
“Ese día se tomaron varias muestras —explicó Gutiérrez— y los exámenes corroboraron que el bulto era una malformación, una llaga tipo verrugosa que no es contagiosa o nociva para el ser humano”.
Una vez que los especialistas visitaron la granja de crianza de aves en Cochabamba —de donde provenían las afectadas—, descubrieron que el origen del mal era la suciedad y falta de mantenimiento de los corrales. “Los pisos recubiertos de aserrín —señaló Gutiérrez— estaban en estado de descomposición debido a los excrementos acumulados y la falta de higiene”.
Tras esa inspección, los propietarios de la empresa productora de carne de pollo firmaron un documento de compromiso de mejorar las condiciones de crianza, y para no comercializar pollos con patas llagadas.
Uscamayta sostuvo que “la población no debe alarmarse porque se demostró que este síntoma no compromete la salud de la gente, pero de todas maneras era necesario tomar decisiones que garanticen la prevención y control”.
El funcionario explicó que después de este caso ni la Intendencia ni el Senasag volvieron a recibir más denuncias de pollos con llagas, “pero ello no significa que no se sigan vendiendo aves afectadas, y por eso es necesaria la regulación de control”.
La Alcaldía de La Paz carece de reglamento de control para aves.

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