La organización defensora de los derechos de los animales PETA, conocida por manifestarse con personas casi desnudas y con otras protestas llamativas, ha ganado influencia en juntas directivas con una táctica más tradicional: adquirir títulos bursátiles de empresas.
La organización Personas por la Ética en el Trato de los Animales (PETA por sus siglas en inglés) lleva siete años comprando acciones y ahora posee partes de al menos 80 compañías, como...McDonald's y Kraft Foods.
El grupo espera incidir en sus políticas de bienestar de los animales en aspectos como la forma en que los pollos son sacrificados o la compra de carne de puerco a proveedores que tienen a las cerdas preñadas en cajones reducidos.
Mediante la compra de valores bursátiles, PETA tiene el derecho a presentar directamente ideas a autoridades y accionistas, quienes de otra manera pondrían poca atención a las operaciones de la organización.
"Esto nos ofrece un nuevo foro en el cual exponemos a ejecutivos de empresas, a sus accionistas y a la población en general las investigaciones que hayamos hecho", explicó Ashley Byrne, prominente organizadora de campañas de PETA.
El grupo intenta negociar acuerdos confidenciales con empresas, pero si esto falla, ejerce el derecho como propietario de títulos de presentar resoluciones con sus cambios en las juntas de accionistas.
Las compañías no siempre modifican sus políticas, pero Byrne dijo que la estrategia ha dado resultado.
Una vez que PETA adquirió títulos, la tienda de abarrotes Safeway y las empresas restauranteras Ruby Tuesday, Sonic y Burger King aceptaron dar preferencia de compra a los proveedores que acaten lo que el grupo considera reglas más humanitarias, como no confinar a pollos y cerdos en jaulas pequeñas, dijo Byrne.
En numerosos casos, afirmó, los accionistas se "horrorizaron" al conocer algunos de los métodos de producción de los abastecedores de sus empresas.
"Muchos accionistas son gente común que es compasiva y no quiere apoyar prácticas que son inhumanas", dijo.
Meridith Hammond, vocera de Ruby Tuesday, afirmó que la compañía está "complacida de cooperar con PETA y agradecida de sus consejos, ayuda con recursos e información sobre los suministradores".
Hammond dijo que escuchar ideas de accionistas es una "parte normal y necesaria de hacer negocios".
Burger King expresó en un comunicado el compromiso de "mantener un diálogo abierto con PETA y varios expertos en el bienestar de los animales".
Kraft Foods se abstuvo de pronunciarse sobre PETA, pero dijo que todos sus accionistas están en libertad de expresar opiniones a la gerencia y a la junta directiva. Safeway no respondió varios mensajes telefónicos.
Byrne aclaró que la intención de PETA de trabajar desde el interior de empresas no significa el fin de sus protestas más visibles y con frecuencia excéntricas, para mejorar las condiciones de los animales y alentar a las personas a fin de que dejen de comer carne.
Entre esas campañas están los casos de miembros de PETA que se desnudan para protestar con el sector de las pieles, mujeres casi desnudas que se duchan en esquinas de calles concurridas para mostrar la cantidad de agua utilizada para producir carne y personas apiñadas en jaulas para llamar la atención sobre los confinamientos del ganado.
El profesor Hayagreeva Rao, especialista en conducta organizativa de la Escuela de Negocios de la Universidad de Stanford, dijo que PETA corre el riesgo de alejar a algunos simpatizantes por trabajar con empresas al mismo tiempo que protesta contra las medidas de éstas.
"Si tienes una actitud extrema, atraes a cierto grupo de seguidores. Si te vuelve inversionista, te encaminas a tomar una posición más moderada y eso podría alterar tu identidad y confundir a los simpatizantes originales", explicó. "Pero podrías ganar nuevos seguidores".
Byrne dijo que no creía que hubiera objeciones de los simpatizantes, con el argumento de que éstos esperan resultados.
Barbara Hegedus, seguidora de PETA en la ciudad de Parkesburg en el estado de Pensilvania, ve la situación de la siguiente manera.
"Me parece que si podemos influir en las juntas directivas más que seguir en las manifestaciones, es muy bueno", dijo Hegedus. "Es una manera más progresista de hacerlo".
Michael Lent, jefe de inversiones de la firma Veris Wealth Partners en Nueva York, dijo que otros accionistas han tratado de influir desde dentro en las políticas de empresas.
Entre algunos ejemplos notables está la familia Rockefeller, que en 2008 presentó a los accionistas varias resoluciones para promover en Exxon Mobile varios asuntos sobre el cambio climático. A principios de mes, el Centro Interfaith sobre Responsabilidad Empresarial presentó como accionista en una mesa directiva de Goldman Sachs ciertas propuestas para pedir un cambio inmediato en la forma en que el banco de inversiones realiza negocios en Wall Street.
Lent, cuya empresa trabaja con fundaciones y organismos donantes para enfatizar en inversiones sostenibles y de consciencia social, dijo que una resolución de accionistas debe ser un último recurso.
Byrne afirmó que ésa es exactamente la idea de PETA.
"Con mucha frecuencia, esto aleja la necesidad de una campaña porque podemos resolver las cosas tras bambalinas", afirmó. "Es una forma muy efectiva de hacer las cosas".
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