Candy, una yorkie terrier de 17 meses, sufrió de hongos en la piel desde
que estaba lactando. Por eso, el pelo se le caía constantemente y la
piel permanecía irritada.
Fueron siete meses en los que sus propietarios acudieron a varios
tratamientos sin encontrar una cura definitiva, hasta que...
le practicaron
acupuntura. "Como las enfermedades son bloqueos energéticos, lo que se
logra con la ayuda de las pequeñas agujas es estimular los puntos de
energía", explicó Nancy Alarcón, veterinaria homeópata y experta en
acupuntura.
Esto ayuda, por ejemplo, a estimular los nervios, aumentar la
circulación sanguínea, evitar espasmos musculares y provocar la
secreción de hormonas, como endomorfinas (una de las que controlan el
dolor), y el cortisol (esteroide natural).
Según la etóloga Liliana Chauta, la acupuntura sirve para controlar
problemas funcionales, como parálisis, inflamaciones de origen no
infeccioso (alergias) y dolor. La duración y la frecuencia de los
tratamientos dependen del estado del paciente y del método de
estimulación que utilice el veterinario.
La estimulación de un punto de acupuntura puede comenzar en un mínimo
de 10 segundos y durar hasta 30 minutos. "En un problema como un
esguince, puede que sea necesaria solo una sesión; mientras en un
problema más crónico se requieren varios tratamientos", comentó Chauta.
Si el problema está muy avanzado se suele empezar intensamente, de una a
tres sesiones a la semana, durante mes y medio. En cualquier caso, se
puede ver una respuesta positiva después de la primera o la tercera
sesión.
La evolución máxima suele darse entre la cuarta y la octava sesión, y
los tratamientos se van distanciando según la mejoría de los síntomas.
"En el caso de Candy, se empezó con dos sesiones a la semana y luego con
una cada ocho días.
En total fueron tres meses de tratamiento, para recuperar las condiciones normales de su piel", concluyó Alarcón.
http://www.eltiempo.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario