Un área en la que parece haber consenso es en la importancia de la leche
materna. La Organización Mundial de la Salud recomienda amamantar al
menos durante los primeros seis meses de vida, mientras que la ONG Save the Children insiste en que el calostro es crucial para la vida del recién nacido.
Pero, ¿qué pasa cuando la madre tiene problemas para producir leche?
En Reino Unido aumenta la tendencia de donantes
de leche materna a...
hospitales que es transportada por organizaciones de
motociclistas.
La última iniciativa viene del centro de
Inglaterra donde el Servicio Voluntario de Pilotos de Emergencia acaba
de abrir su abanico de entregas a este producto. Son 25 repartidores
motorizados que llevarán el líquido a madres de bebés prematuros.
Según la doctora Gemma Holder, del Hospital de
Mujeres de Birmingham, la capacidad de producción leche materna se puede
ver afectada por alguna enfermedad, insuficiencia del suministro o la
separación del bebé de la madre.
Es por esto que cada vez más se usan redes de
donantes para ayudar a mejorar el sistema inmune y combatir las
infecciones de los pequeños.
"La leche es vital para salvar las vidas de bebés enfermos o prematuros", afirmó Holder.
Existen otras iniciativas para asegurar leche humana a los recién nacidos.
En el oeste de Inglaterra se abrió un banco de leche materna hace poco más de un año.
Antes de suministrarla al recién nacido de menos de 32 semanas, le hacen pruebas que verifiquen la calidad del alimento.
La prioridad es tratar a bebés en cuidados
intensivos cuyas madres no pueden sacarse leche debido a alguna
enfermedad, un parto difícil o por el estrés de tener a su hijo en
estado crítico.
La comadrona Marion Copeland, del Southmead
Hospital en Bristol, dijo recientemente que de forma constante están
recibiendo leche humana que ellos se encargan de pasteurizar.
"Tenemos muchos donantes con leche congelada esperando en sus casas", agregó.
En otras partes del mundo también existen iniciativas para ayudar a las madres a alimentar a sus hijos con leche materna.
En Indonesia, la entrega a domicilio se ha convertido en la solución
para las madres trabajadoras que no quieren dejar de amamantar.
Por US$4 la entrega, un motociclista busca la
leche extraída en el trabajo de la mujer y la lleva a su casa donde el
bebé la espera con ansias.
El empresario Fikry Nauval vio el nicho en el
mercado cuando experimentó las dificultades de las mujeres en su familia
para seguir amamantando a sus hijos.
"Me gusta sentir que estoy ayudando a mi país a
construir mejores generaciones al ofrecer este servicio a madres
trabajadoras", explica.
Nauval agrega que está convencido en que la
leche materna tiene nutrientes que no se pueden conseguir en ninguna
leche de fórmula.
En Shanghái, China, existe un servicio similar. Sólo que aquí el hombre del reparto lo hace sin cobro alguno.
Se trata de una iniciativa lanzada por un microblog y patrocinada por un gigante de productos para bebés.
Las madres deben encargarse de comprar los
materiales para sacarse y almacenar la leche que debe ser suministrada
al bebé en menos de una hora.
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