La leche de cabra puede constituirse en un elemento de mucha utilidad para la lucha contra el cáncer, debido a que expertos argentinos desarrollaron un compuesto que puede producir efectos antitumorales.
Se trata de una “superleche” que, cuando se ingiere con regularidad, produce...
efectos benéficos preventivos para los cánceres de mama, próstata, ovarios, colon y pulmón.
El Ing. Gerardo Gagliostro, uno de los expertos del Inta Balcarce que trabajó en esta investigación, comentó, los detalles de este producto, que también se puede aplicar a la leche de vaca.
Previamente, aclaró: “Esto no es un remedio, es un alimento que contribuye a la salud desde la prevención. No debe tomarse como un elemento curativo, no es un medicamento, es un alimento natural que reduce la probabilidad de problemas cardiovasculares y de cáncer, y es la cabra la que produce una leche diferente y saludable”.
Informó el especialista: “A través de la alimentación de cabras y vacas, pudimos inducir profundos cambios en la composición de la grasa láctea, que consisten en reducir la concentración de los ácidos grasos saturados”.
Se trata de elementos que los médicos indican como factores que elevan el colesterol malo, por lo tanto, lo que se hizo en la investigación es aumentar la presencia de otros ácidos grasos que tienen propiedades benéficas sobre la salud humana, entre las cuales se postulan efectos antitumorales.
En este punto, Gagliostro informó: “Hemos comprobado también que producida una leche cruda, esas propiedades no se pierden cuando es transformada en yogur, en dulce de leche, manteca, quesos Tibo y Sardo, entre otros”, añadiendo que se está investigando la aplicación para fabricar esos cuatro tipos de queso en forma comercial.
Asimismo, enfatizó que lo que se está haciendo es aumentar la concentración en leche de estos compuestos bioactivos protectores de la salud “para que el consumidor tenga lácteos disponibles para mejorar la salud”.
Según los cálculos hechos en un establecimiento marplatense, se estimó que con 90 gramos 90 gramos de queso Sardo o 140 gramos de queso Tibo por día, se ingieren las dosis recomendadas para proteger la salud.
Al consultársele si se ha probado este producto en personas enfermas, respondió que en seres humanos “es imposible experimentar, pero que si se realizaron pruebas con células tumorales de cáncer de mama, de ovario, colon, pulmón y próstata”.
Explicó que en Francia se incubaron in vitro las células afectadas con las grasas desarrolladas con la tecnología argentina, “y se verificó que el 50 al 60 por ciento de las células tumorales mamarias morían, un 50 por ciento en tumores de colon y sólo el 20 por ciento en cáncer de próstata”.
Sin embargo, aclaró: “Un paciente que tiene la desgracia del cáncer y consume este lácteo funcional, necesitaría un 50 por ciento menos de quimioterapia, tratamiento es muy negativo porque destruye las células buenas y malas”.
Por otra parte, el especialista resaltó las propiedades de la leche de cabra informando que “responde mejor que la de vaca para generar estos lácteos especiales”, anticipando que en Santiago “hay personas interesadas en armar un proyecto caprino para estos fines”.
Destacó: “La leche de cabra responde magníficamente bien, el efecto es mas persistente en el tiempo y, seguramente, se podría hacer experimentos con cabras santiagueñas porque durante cinco meses hemos comprobado que la estabilidad de la composición de la leche en cuanto a las moléculas funcionales es muy superior a la de vaca”.
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