La compañía de los animales en prisión favorece la responsabilidad. El entrenamiento y adiestramiento aportan a los reclusos conocimientos y habilidades. El Ministerio del Interior ha premiado a la Fundación Affinity con la medalla de plata al Mérito Social Penitenciario por su labor en la rehabilitación de reclusos en centros penitenciarios de España mediante programas de Terapia y Educación Asistida por Animales de Compañía (Teac).
Y es que el programa que han puesto en marcha ha conseguido importantes resultados en la difícil labor de la reinserción. La entidad comenzó en 1993 a implantar sus terapias con animales en instituciones...
penitenciarias de Cataluña. La primera fue en el centro de Quatre Camins (Barcelona) con una pareja de bóxers y supuso un estímulo en la vida de los presos, ya que el cuidado y la compañía de los perros fomentó en ellos sentimientos de afecto, responsabilidad y autoestima. A raíz del éxito, se fueron sumando al programa más centros de toda España, y se incluyeron otros animales.
En todo este tiempo se ha demostrado que «la presencia de animales en centros penitenciarios contribuye a mejorar la calidad de vida de los reclusos, pues ayudan a mejorar la autoestima de los internos al proporcionar afecto sin amenazas ni juicios y al generar una actitud responsable a través de su cuidado», de acuerdo con la dirección general de Instituciones Penitenciarias.
Expresar emociones
Asimismo, los animales desempeñan un papel muy importante en la comunicación y la expresión de las emociones, por el afecto y la compañía que ejercen, y su presencia permite mejorar el ambiente de los pabellones penitenciarios, proporcionando la distracción necesaria en la rutina.
Además, la participación de los presos en actividades como el entrenamiento y adiestramiento de los perros les aporta nuevos conocimientos y habilidades que, en un futuro, pueden ayudarlos en su reinserción. En el Centro Penitenciario de A. Lama, donde se lleva a cabo este programa desde hace dos años, Marta García, psicóloga del centro, relata el caso de uno de los internos con muchos problemas de conducta e identificación de emociones: «Uno de nuestros internos no hablaba y tendía a aislarse. Tras varios meses de contacto con una pareja de labradores empezamos a percibir en él una actitud más positiva, volcándose en el cuidado del animal. Se ha mejorado la socialización, capacidad de comunicación, así como la facilitación del trabajo en equipo».
La distinción, la máxima que se concede al Mérito Social Penitenciario, fue otorgada por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que anualmente reconoce, con motivo de la festividad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de la institución penitenciaria, la labor de entidades y personas que desde fuera de la institución y desde diferentes ámbitos colaboran con ella.
La Fundación Affinity lucha contra el abandono de los animales, defiende sus derechos y destaca el papel que pueden desempeñar para mejorar la calidad de vida de las personas. En la actualidad, colabora en trece centros de toda España.
penitenciarias de Cataluña. La primera fue en el centro de Quatre Camins (Barcelona) con una pareja de bóxers y supuso un estímulo en la vida de los presos, ya que el cuidado y la compañía de los perros fomentó en ellos sentimientos de afecto, responsabilidad y autoestima. A raíz del éxito, se fueron sumando al programa más centros de toda España, y se incluyeron otros animales.
En todo este tiempo se ha demostrado que «la presencia de animales en centros penitenciarios contribuye a mejorar la calidad de vida de los reclusos, pues ayudan a mejorar la autoestima de los internos al proporcionar afecto sin amenazas ni juicios y al generar una actitud responsable a través de su cuidado», de acuerdo con la dirección general de Instituciones Penitenciarias.
Expresar emociones
Asimismo, los animales desempeñan un papel muy importante en la comunicación y la expresión de las emociones, por el afecto y la compañía que ejercen, y su presencia permite mejorar el ambiente de los pabellones penitenciarios, proporcionando la distracción necesaria en la rutina.
Además, la participación de los presos en actividades como el entrenamiento y adiestramiento de los perros les aporta nuevos conocimientos y habilidades que, en un futuro, pueden ayudarlos en su reinserción. En el Centro Penitenciario de A. Lama, donde se lleva a cabo este programa desde hace dos años, Marta García, psicóloga del centro, relata el caso de uno de los internos con muchos problemas de conducta e identificación de emociones: «Uno de nuestros internos no hablaba y tendía a aislarse. Tras varios meses de contacto con una pareja de labradores empezamos a percibir en él una actitud más positiva, volcándose en el cuidado del animal. Se ha mejorado la socialización, capacidad de comunicación, así como la facilitación del trabajo en equipo».
La distinción, la máxima que se concede al Mérito Social Penitenciario, fue otorgada por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que anualmente reconoce, con motivo de la festividad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de la institución penitenciaria, la labor de entidades y personas que desde fuera de la institución y desde diferentes ámbitos colaboran con ella.
La Fundación Affinity lucha contra el abandono de los animales, defiende sus derechos y destaca el papel que pueden desempeñar para mejorar la calidad de vida de las personas. En la actualidad, colabora en trece centros de toda España.
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