La falta de regulación legal, la indiferencia de las autoridades y la vivacidad (¿voracidad?) de personas sin escrúpulos, ha generado que abunden supuestos médicos veterinarios y clínicas "patito" donde las mascotas mueren por falta de atención adecuada, lo que genera un problema de salud pública.
Además, la venta de animales en tianguis como el de las Vías y el Bazar Tangamanga, representa un fraude a quienes los adquieren, porque no están....
vacunados, no son de la raza por las que la gente pagó, y muchos hasta tienen rabia que pueden transmitir a los humanos.
Así se denunció ayer en una reunión de miembros de la Asociación de Médicos Veterinarios con los diputados locales Luis Manuel Calzada Herrera y Daniel Morales Juárez, y el legislador federal suplente Luis Manuel Calzada Macías, quienes se comprometieron a reformar las leyes que sean necesarias para terminar con este problema.
El presidente de la Asociación, Héctor Mercado Vargas, dijo que hay unos 50 médicos veterinarios que ejercen debidamente su profesión, y por lo menos 30 usurpadores que sin título profesional, con cédulas falsas, hacen de las suyas impunemente porque ninguna autoridad los sanciona, mientras que a ellos constantemente les exigen el cumplimiento de trámites y el pago de impuestos.
"Personas sin estudios profesionales relacionado con la medicina veterinaria y la salud pública se dedican a la práctica irregular de esta profesión atenidos a que las autoridades no les hacen nada, ya que pueden adquirir medicamentos y equipo sin ningún tipo de documento que los faculte, como recetas, orden de Sagarpa, título profesional, etcétera, que administran a los animales de compañía sin conocer sus propiedades y efectos secundarios".
Tales prácticas ilegales llegan al grado de ofrecer intervenciones quirúrgicas, para las cuales no están capacitados porque carecen del equipo e instrumental que se requiere, terminando dichas "operaciones quirúrgicas" en total desastre físico y de salud para los animales y la alteración emocional y económica de los propietarios.
"Llega a tal grado el desparpajo de estos usurpadores de la medicina veterinaria y de la salud pública que se presentan con cedulas profesionales y títulos apócrifos para engañar y protegerse de demandas penales de los propietarios de mascotas o consumidores de sus servicios", y puso el ejemplo de Israel Correa Jarillo, que opera con un documento falso, entre otros muchos casos.
En la reunión los médicos veterinarios se quejaron de múltiples irregularidades y alertaron a la ciudadanía contra estos charlatanes, por lo que recomendaron que antes de llevar a sus mascotas a recibir atención verifiquen que se trate de un médico veterinario registrado.
El presidente de la asociación expuso que hay quienes se hacen pasar como "perriatras, o expertos criadores", "profesiones" que ni siquiera existen; lo que ocasionan es que ofrecen tratamientos que desconocen poniendo en riesgo a las personas porque los animales pueden ser transmisores de enfermedades.
El diputado Luis Manuel Calzada Herrera señaló que los médicos pugnan porque se respete su profesión, y asumieron el compromiso de regular las leyes en la materia para que se sancione a los usurpadores y que las autoridades de salud hagan su trabajo.
Además, la venta de animales en tianguis como el de las Vías y el Bazar Tangamanga, representa un fraude a quienes los adquieren, porque no están....
vacunados, no son de la raza por las que la gente pagó, y muchos hasta tienen rabia que pueden transmitir a los humanos.
Así se denunció ayer en una reunión de miembros de la Asociación de Médicos Veterinarios con los diputados locales Luis Manuel Calzada Herrera y Daniel Morales Juárez, y el legislador federal suplente Luis Manuel Calzada Macías, quienes se comprometieron a reformar las leyes que sean necesarias para terminar con este problema.
El presidente de la Asociación, Héctor Mercado Vargas, dijo que hay unos 50 médicos veterinarios que ejercen debidamente su profesión, y por lo menos 30 usurpadores que sin título profesional, con cédulas falsas, hacen de las suyas impunemente porque ninguna autoridad los sanciona, mientras que a ellos constantemente les exigen el cumplimiento de trámites y el pago de impuestos.
"Personas sin estudios profesionales relacionado con la medicina veterinaria y la salud pública se dedican a la práctica irregular de esta profesión atenidos a que las autoridades no les hacen nada, ya que pueden adquirir medicamentos y equipo sin ningún tipo de documento que los faculte, como recetas, orden de Sagarpa, título profesional, etcétera, que administran a los animales de compañía sin conocer sus propiedades y efectos secundarios".
Tales prácticas ilegales llegan al grado de ofrecer intervenciones quirúrgicas, para las cuales no están capacitados porque carecen del equipo e instrumental que se requiere, terminando dichas "operaciones quirúrgicas" en total desastre físico y de salud para los animales y la alteración emocional y económica de los propietarios.
"Llega a tal grado el desparpajo de estos usurpadores de la medicina veterinaria y de la salud pública que se presentan con cedulas profesionales y títulos apócrifos para engañar y protegerse de demandas penales de los propietarios de mascotas o consumidores de sus servicios", y puso el ejemplo de Israel Correa Jarillo, que opera con un documento falso, entre otros muchos casos.
En la reunión los médicos veterinarios se quejaron de múltiples irregularidades y alertaron a la ciudadanía contra estos charlatanes, por lo que recomendaron que antes de llevar a sus mascotas a recibir atención verifiquen que se trate de un médico veterinario registrado.
El presidente de la asociación expuso que hay quienes se hacen pasar como "perriatras, o expertos criadores", "profesiones" que ni siquiera existen; lo que ocasionan es que ofrecen tratamientos que desconocen poniendo en riesgo a las personas porque los animales pueden ser transmisores de enfermedades.
El diputado Luis Manuel Calzada Herrera señaló que los médicos pugnan porque se respete su profesión, y asumieron el compromiso de regular las leyes en la materia para que se sancione a los usurpadores y que las autoridades de salud hagan su trabajo.
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